La Liga Post-COVID: El momento de escuchar a los que trabajan en silencio

Las ligas de fútbol de primera y segunda división españolas retoman la competición después de un parón inédito, en el que la competición ha quedado suspendida durante 3 meses. En tan solo 39 días, cada equipo va a disputar 11 jornadas, a razón de 3 partidos por semana aproximadamente. Algo que va a ser muy vistoso e interesante para el espectador, pero un auténtico reto para los preparadores físicos, readaptadores, fisioterapeutas y demás profesionales que suelen estar en segunda línea de batalla.

Los jugadores profesionales, al igual que el resto de la población española, han estado confinados en casa durante 2 meses. Tiempo en el que, a pesar de haber seguido activos, es suficiente para provocar desadaptaciones físicas producidas por la reducción del entrenamiento específico de fútbol (Domínguez et al., 2020). Es decir, que dejar de hacer acciones propias del fútbol como arrancadas, saltos, frenadas, cambios de dirección, golpeos de balón, etc. provocan una serie de alteraciones en la condición del futbolista. Estas desadaptaciones o desentrenamiento provocan, entre otras, una reducción de las propiedades de músculos, tendones y demás estructuras corporales, y sobre todo, en el control neuromotor que regula las acciones específicas del deporte aumentando el riesgo de lesiones (Casáis et al., 2020).

Además de los factores mencionados anteriormente de desentrenamiento y disminución del control neuromotor, Casáis expone también como importantes factores de riesgo la densidad de un calendario donde se van a disputar 11 jornadas en poco más de un mes y la nueva carga producida en la vuelta a los entrenamientos, donde el periodo de confinamiento ha sido más largo que las vacaciones que suelen tener los futbolistas, pero el período de preparación ha sido más corto que las pretemporadas de verano.

Estos factores son los principales enemigos con los que van a tener que lidiar los cuerpos técnicos y médicos de todos los clubes. Los equipos que consigan tener el mayor número de jugadores disponibles en condiciones óptimas y elijan mejor los minutos de juego de sus jugadores más importantes tendrán mayor ventaja sobre aquellos equipos a los que la acumulación de minutos y las lesiones hagan mella en los jugadores. Así pues, prevención, monitorización de fatiga, recuperación, dosificación, nutrición y readaptación van a tener mayor protagonismo en este corto período competitivo y van a ser determinantes en las decisiones técnicas de los entrenadores.

Cuanto menor sea el control sobre estos aspectos, mayor probabilidad de lesiones. Recordemos que lesiones frecuentes con esta densidad de partidos, como puede ser una rotura de fibras leve, dejarían al jugador prácticamente descartado para toda la competición, puesto que estaría fuera al menos entre 9 y 12 partidos.

El estudio realizado por el equipo del Centro Médico Ripoll y De Prado (que recibe la calificación de excelencia por parte de la FIFA) nos avisa de la mayor probabilidad de lesiones: pronostica que las lesiones aumentarán en torno a un 50% sobre su volumen habitual en Primera División durante las 11 jornadas de Liga que se disputarán en el periodo postconfinamiento.

Ya hemos podido observar el ejemplo de la Bundesliga: entre el periodo preparatorio y la primera jornada de liga de las dos máximas categorías masculinas del fútbol alemán hubo 32 jugadores lesionados.

Esto nos hace pensar que con los conceptos tácticos asimilados durante la primera parte de la temporada, el peso de muchas de las decisiones técnicas van a tomarse dependiendo de las condiciones físicas del momento de cada jugador. Actualmente, los grandes avances de monitorización de los datos del jugador facilitan datos objetivos para tomar este tipo de decisiones, pero la labor de dosificación de cargas y recuperación es fundamental. Es evidente que con las condiciones del calendario que se avecina, jugadores decisivos como Messi van a jugar menos minutos de los que jugarían en una liga en condiciones normales y será muy determinante la elección correcta de los minutos que disputen, para evitar la acumulación de la carga y seleccionar los momentos adecuados donde serán decisivos para decidir un partido. Y no olvidemos que una vez acabada la Liga se acumulará más densidad de partidos con los novedosos formatos de las competiciones europeas, donde se enfrentarán los mejores equipos de Europa, y entonces tendrán que estar los mejores jugadores de cada equipo.

Todos estos datos alertan al fútbol español, por lo que la Asociación Española de Preparadores Físicos de Fútbol ha creado un comité de expertos que ha consensuado una serie de recomendaciones para afrontar este periodo con garantías en rendimiento y salud, facilitando a los equipos técnicos pautas metodológicas y de planificación específica para esta atípica situación, con el fin de poder solventar probables problemas derivados de este parón competitivo. Aspecto éste que deja entrever la importancia que tendrán estos profesionales en el rendimiento de sus equipos, y como consecuencia de ello en la clasificación final.

Así pues, en la antesala del retorno liguero, podemos augurar una competición muy vistosa para el espectador, puesto que en una semana hay 9 puntos en juego que puede hacer cambiar la tabla clasificatoria en 7 días, pero un quebradero de cabeza para los preparadores y demás profesionales que se dedican a mantener en condiciones óptimas física y mentalmente a los jugadores.

Se acercan tiempos para escuchar a todos los profesionales que trabajan diariamente en silencio, sin tanta repercusión mediática, pero que si antes, a pesar de no tener esa visibilidad, tuvieron un papel fundamental, ahora lo van a tener más todavía. Y no solamente hablamos de los preparadores físicos, readaptadores, fisioterapeutas y demás profesionales que diariamente analizan y miman a los guerreros tras la batalla, sino también de jugadores que han tenido un papel más secundario hasta ahora y que van a tener la oportunidad de jugar más minutos para dosificar a los Messi, Luis Suárez, Benzema, Kroos, etc. Seguro que nos brindan alguna sorpresa agradable estas semanas.